Cuando nada puede justificar la decepcion, el daño, el vacio y la impotencia, pocas opciones nos quedan, pocas, pero nunca ninguna.
Soy partidaria de pensar a pesar de todo, que en la vida siempre hay un motivo, para encontrar el sentido de la sin razon de un comportamiento. Cuesta muchisimo ponerse en la piel de otros, cuando ellos mismos hacen jirones la nuestra, cierto, pero tambien nosotros consentimos de alguna manera que sea asi, hay veces que los motivos son honestos y llenos de cariño, y otras veces los motivos pueden ser el miedo, el egoismo o la pasividad, pero de igual forma, el dolor de esos comportamientos, hacen que se pongan a prueba nuestro sentido del honor, de la empatia, de la capacidad de dar sin recibir a cambio nada. Es en esos momentos cuando realmente ponemos en practica, lo que nuestro verbo se enorgullece de decir dando golpes de pecho, pavoneando nuestra espiritualidad.
No cabe duda, que siempre debemos reservarnos el derecho al enfado, a explotar el tiempo necesario para que nuestro corazon herido, respire y no se desangre, claro que tampoco debemos dejar de tomar decisiones muy duras, y poner un punto y aparte, de sentar unas bases, que empiezan por el respeto a nosotros mismos, no nos hace mas buenos, coger un cilicio y dejarnos flagelar por las personas que nos tratan asi en momentos en los que uno espera un minimo de respeto, flaco favor nos hacemos y les hacemos, pero despues de esos momentos, cuando uno ya esta afectado por la combustion del momento, llega el paso mas dificil, en el que uno debe valorar cuando plantarse y dejar pasar a esas personas o por el contrario, tomar aire, e intentar comprender que ocurre en sus vidas, con sus circunstancias, con la debilidad que todos tenemos en muchos momentos de nuestra existencia, ya que creo que todos cometemos mil errores, una y otra vez, y si nadie, nos diera miles de oportunidades, jamas seriamos capaz de evolucionar de manera sana y progresiva.
Cuando ya nada puede justificar esa decepcion y da por perdida a una persona, hay que buscar un ultimo punto de apoyo (ese que hizo capaz a Einstein cambiar el mundo), y dejar pasar el tiempo, observar desde fuera, cultivando la paciencia, sin que ello paralice nuestras vidas, ya que ese seria un error mas grave que el que ellos comenten comportandose asi. Es en ese punto y momento exacto, cuando se libera la tension, cuando da un salto de gigante y cuando consigue ser justo consigo mismo y para los demas.
Todo esto que aqui digo, no es fruto de ser mejor que nadie, no se trata de que la sabiduria haya sido impuesta a golpe de varita, no es un instinto angelical de mi persona, para nada, es el fruto de sufrir el golpe de la decepcion una y otra vez, de llorar con amargura por algo incomprensible, y por tener la conciencia que el ser humano tropezamos con la misma piedra una y mil veces, porque para empezar y finalizar yo misma, hice y hare sufrir, yo tuve y tendre miedo, verguenza y el instinto depredador propio del ser humano, asi que no olvidemos que las lecciones que la vida nos brinda y nos atrevemos a aprender ha de hacernos mas humildes, para poder mirar con perspectiva a aquellos que empiezan su andadura. Porque muy posiblemente esas mismas personas que nos hacen sufrir, podran mirar desde la altura, cosas que yo aun no he aprendido, es un ciclo, es un quid procuo, y no olvidar nunca que quien hoy nos hizo derramar lagrimas tan amargas como la hiel, en otro tiempo nos hizo reir, soñar o sentir...
Asi que seguire estando ahi, sentada en mi rincon, dejando pasar el tiempo, y que ese tiempo cure a quien se quiera curar o se marche al destierro de un recuerdo. No sere yo quien lo decida, si no lo mas sabio, que es la vida misma. Esperando ser capaz de convertir ese dolor en templanza y dar un pequeñisimo paso mas en mi andadura.
Bunga Anggrek Bulan
Hace 2 años
